domingo, 30 de mayo de 2010

El Mercado, los Mercados

Supongo que la distinción que se hace al hablar de ellos en mayúsculas depende de si eres monoteísta o politeísta. Una, que siempre fue atea, tiembla, pues no hay nada más arbitrario que los dioses, desde el Olimpo al Cielo, capaces de matar a un inocente o desencadenar una guerra. Y está claro que, sean uno o ciento, nos están señalando con el dedo acusador (espada flamígera, más bien)

El fin de semana pasado estuve en Dusseldorf y las teles alemanas, sin distinción, abrían las secciones de Economía con la “Spanische Wirtschaft” (economía española) Como de inglés se poco y de alemán nada, no les puedo traducir el contenido de las noticias, pero sí describirles las imágenes que las acompañaban.

En la primera mostraban una oficina de Cajasur y tres curas muy alegres (me pregunto de que se reían) con alzacuellos y sotana que entraban a una reunión donde seguro se dilucidaba el futuro de la entidad. Hasta ahí ya les suena, ¿verdad? Mete miedo cuando lo ves desde fuera y te explicas muchas cosas, entre otras la imagen que tienen de nosotros en Europa.

Y como en un reportaje de Rodríguez de la Fuente, de los cuervos pasamos… ¡al buitre carroñero con las garras extendidas sobre la bandera de España! (en foto fija) Sí, sí, no han leído mal ni yo exagero, de hecho me tuve que frotar los ojos y acercar a la pantalla para creer lo que estaba viendo. Voy a repetírselo: un buitre carroñero planeando sobre la bandera de España. Sobre esa imagen estuvieron detenidos largo rato y yo, sin entender nada, pensando en ese dios Mercado (si me lo dicen hace unos años hubiera jurado que era Rosendo) que ha eclipsado con sus gráficos apocalípticos la palabra revelada los viejos dioses.

Profecía por profecía, casi prefiero la del Juicio Final, que quieren que les diga. Por lo menos ya estás muerta, mientras que este nuevo dios amenaza enterrarnos vivos…

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