jueves, 30 de septiembre de 2010

Algunas consideraciones sobre la huelga general del 29-S el día después

En artículo anterior daba 10 razones para ir a la huelga el 29-S. Para mí, son razones sobradas y convincentes cada una de ellas. No olvidemos que en Francia llevan 5 huelgas generales en este año por la mitad de una: pretenden retrasar la edad de jubilación de 60 años a 62. Y nadie osará dudar de que la República francesa es un país libre… así que Díaz Ferrán, modelo de empresario sin escrúpulos, carne de cárcel en cualquier país democrático y presidente in pectore de los empresarios de este país, debería callarse, cosa que no solo no hace, sino que sus opiniones se magnifican. Por tanto, desmitificando que una huelga general es perjudicial para el país y que "en un país donde hay libertad no hay huelgas".

Es que los piquetes no dejaban acudir a su trabajo a quien quería ir”. Es evidente que todo el mundo que quiso trabajar lo hizo, los efectivos policiales lo garantizaron con creces, no así quienes querían ir a la huelga y no fueron por amenazas patronales, de esos, curiosamente, nadie se acuerda. La huelga se siguió en mayor medida donde la población está más afectada o más concienciada, esto es, la participación fue inversamente proporcional a la situación de crisis, que, como la radio, también va por barrios. En Gijón/Xixón, por ejemplo: la Calzada, el Natahoyo, Pumarín y el Llano, los barrios obreros, amanecieron cerrados en un 95%, no tanto las zonas bien, como Viesques o La Arena. Es realmente significativo, como que en Asturias tuvo la mayor repercusión. ¿Cómo no? ¿O es que nuestra comunidad autónoma no es la más afectada por el paro y la desindustrialización? Por cierto, si algo se consigue en una huelga, es para todos, no sólo para los que salimos a la calle y vamos a tener un día menos cotizado y otra rebaja en la nómina.

Otra frase que se oyó también reiteradamente era “para que se pongan medallas los sindicatos” Dudosas medallas, si acaso algo más de fuerza para sentarse a negociar, porque, no lo olvidemos, para bien o para mal, son los interlocutores que tenemos. ¿Y qué están solos? Pues sí, pero es que aquí el movimiento asambleario, si alguna vez existió, ha desaparecido, así como la militancia, y todo el mundo se acuerda de Santa Bárbara únicamente cuando truena. En esta especie de amnesia y ataraxia en que vivimos, lo único que cuenta es que el sindicato “no me arregló lo mío ¿para qué vale entonces?”

Ojo, los defiendo como defiendo a los partidos políticos: por mal que huelan y peor que lo hagan, es lo que hay, es lo que hemos creado, lo que hemos querido/permitido que sean. No nos engañemos, no nacieron de repollo y berza, son nuestra creación, nuestros monstruos: los mantenemos con nuestros votos y con nuestra apatía. Hablemos de participación, de renovación, de pensar por cuenta propia, exigir, actuar, cambiar… ¿quién da el primer paso?
Total, no va servir para nada…” ¿Y entonces? ¿Asumimos alegremente la bajada de sueldos, la congelación de las pensiones, el paro juvenil, la precariedad laboral, que los bancos no paguen por la crisis que crearon con sus ganancias exorbitadas, etc, etc? Esta es la frase quizá más dolorosa y triste porque refleja una profunda acomodación, un absoluto escepticismo, una desmovilización y una parálisis insanas democráticamente -y en el plano personal no te cuento-. ¿Permitimos que el tumor se haga metástasis?¿Estamos tan enfermos que ya no vamos al médico, no buscamos soluciones, no aplicamos tratamiento alguno? ¿Nos dejamos morir de inanición, de inacción?

Y en cuanto a que "la huelga general es un instrumento de protesta trasnochado"…vuelvo a remitirme a Francia. Con lo listos que son, fíjate, todavía no inventaron otro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es la huelga más boba que se ha hecho en cien años. Ni para derribar un gobierno, ni un ministro, ni un director general, ni un jefe de negociado. Y eso de que los sindicatos son necesarios ya suena a refrán de sancho. No son necesarios para nada. Existiendo una justicia laboral y abogados laboralistas, los sindicatos actuales no son más que un mimetismo de los de josé solis, burocracia mastodóntica e hipertrofiada. Y la jubilación: debería suprimirse por ley, o ser voluntaria. Al que se jubile, unos bonos comida y santas pascuas. Basta de nietos e hijos con salarios inferiores a las jubilaciones de sus padres. Mi padre jubilado percibe más que yo. Y yo más cualificado que él nunca tendré su jubilación. Y no pongamos el caso de francia que con sarkozy y sus 59 centrales nucleares queda desmontando todo el discurso. Una huelga en la que todo ha sido teatro, puro teatro, y el único que ha perdido ha sido el minero o el empleado de 1000 euros sin extras victimas de la estulticia sindical. Y lo de la culpabilidad del capital, totalmente de acuerdo, los bancos (Y LAS CAJAS DE AHORROS) insolventes deberían haber quebrado sin contemplaciones. Ver a sindicalistas barrigones, sesentones, y con bolsas del corte ingles en sus huelgas de ... (hambre?), no indica más que la inutilidad de una gente con recetas de la abuela, ya inútiles. Una huelga general es una huelga política, y ha de ser indefinida, para derribar a un gobierno que ha engañado a sus electoraes. Zapatero dimisión. O moción de censura antes de aprobar los proximos presupuestos.