domingo, 17 de octubre de 2010

El rescate de los mineros chilenos (desde Chile con amor)


Un querido amigo chileno, al hilo del post sobre el rescate de los mineros, me envía desde Santiago este incisivo análisis que, con su permiso, corto y pego:

Lo central: el gobierno no lograba hacer saltar su aprobación a los niveles esperables en un contexto de euforia: post terremoto, bicentenario, etc. Su apoyo era un poco más del 5% de su piso electoral, bastante bajo comparado con el mismo periodo de los otros gobiernos. Piñera no tiene carisma, pero está convencido de que sí... es un especulador financiero (no empresario) que quiere posicionarse como "Viejo maestro universitario sabio" (lo que corresponde en general a la imagen de su padre, algo así como Frei Montalva). Como buen especulador, vió esta oportunidad y apostó: U$15.000.000.- a potenciar su imagen. El escenario de 33 mineros muertos a manos de la cultura capitalista era muy feo y ya tenía 35 mapuches en huelga de hambre, de los que nadie informaba pero que estaban ahí...

En síntesis: Piñera se atrevió a poner todas las fichas al cero en la ruleta, si perdía perdía todo, pero si ganaba, tendría utilidades que nadie hubiese tenido de manera tan explosiva.

¿Cómo vió la oportunidad? El 5 de agosto colapsó la mina, que venía crujiendo hace semanas. Una mina de hace más de 120 años, sobre explotada, que en los niveles superiores no tenía soporte para la roca, y en donde la calidad del suelo hacía muy inestables piso y paredes.

¿Qué pasó? una roca de una pieza de altísimo tonelaje cayó. ¿cómo cayó? estaba apoyada sobre tierra suelta por la que se hicieron los túneles mineros, simplemente se compactó el terreno y esta roca bajó cerrando las galerías. Empujó todo hacia abajo, y arrastró detrás de sí y por los lados. Los mineros estaban aún más abajo, donde el terreno ya era roca dura y compacta en algunos tramos, aunque en otros era más bien grupos de piedras, muy desmoronables. No entraron por las galerías originales porque la roca quedó en "equilibrio", con una leve oscilación y el terreno más abajo continuaba en la línea de los túneles; es decir, seguirá bajando. Es una piedra de como 170 metros de largo 15 de alto y unos 50 de ancho.

El primer día, un minero en la boca de la mina presenció el derrumbe, corrió dos cerros hacia arriba para lograr señal de celular y llamar a carabineros. Un primer grupo de rescate de cinco personas se metió por una chimenea lateral que llega hasta abajo para intentar hacer contacto, pero la chimenea colapsó y "la puerta trasera" quedó bloqueada.

La reacción en general fué muy lenta y torpe...

¿Qué pasó entonces? Pesó la idiosincrasia del pueblo chileno. Al atardecer con la noticia llegaron las primeras pobladoras familiares de los mineros. Un par de horas entrando por el desierto sin medio de movilización formal. (No pudieron entrar a la mina y hasta cinco horas después la gerencia no sabía del accidente). Sin nada más que perder, hicieron lo que hace el pueblo en cualquier lugar... se quedaron en la puerta esperando saber algo. No volvieron a sus casas. Llegaron más y las acompañaron. No hubo reacción de la empresa y empezaron a levantar piedras con las manos por ellas mismas. Para capear el sol (desierto de Atacama) instalaron carpas.

En este escenario llegaron los noticiarios a cubrir la noticia del derrumbe; pero se quedaron cubriendo -con morbo- la noticia de la señora desesperada y su angustia. Como era lejos, y no podían ir y volver todos los días, dejaron a los periodistas de menor jerarquía de punto fijo en el desierto. Ellos, teniendo que sacar noticias de hasta una piedra, comenzaron a reportear las historias familiares y el tema interesó en los matinales... llegó más prensa. Unos dos días después, había mucha prensa y poca noticia nueva... así es que, siguiendo los focos llegó primero la baja clase política y... ¡salían en los noticiarios!. Al día siguiente llegó la alta clase política y la ecuación quedó así: noticia en desarrollo sin novedades + prensa necesitada de transmitir + políticos con la oportunidad de hablar lo que sea y el tiempo que fuera = TEMA RELEVANTE.

Ahí Piñera vió la oportunidad.

Casi como castigo, mandó de punto fijo al ministro de minería, un tipo muy torpe (Lawrence Golborne, en marzo sus asesores quisieron rebautizarlo como "Lorenzo Gonzaléz" pues la gente no reconocía su nombre extraño; previamente en medio de la discusión legal del marco minero y justo en las votaciones, se fue de vacaciones a ver el mundial a Sudafrica; cuando llegó, se mandó unas risotadas de burlas en una conferencia de prensa de unos senadores, lo emplazaron y retaron en público inmediatamente, y no supo disculparse, quedó como el tonto de la clase) Bueno... este tipo torpe se quedó de punto fijo al sol junto a las familias y al quinto día ¡sorpresa!: del 15% de aprobación en las encuestas el gobierno saltó al 65% de aprobación... El mundo político entendió que la mina seguía siendo rentable.

El resto de la historia es más breve: Colocaron como jefe de la operación al jefe de la mina El Teniente de Codelco (la mina subterránea más grande del mundo) que puso orden táctico en el asunto -partiendo por hacer planos que no existían-; todo lo malo pasó a ser culpa de los dueños de la mina; las otras mineras privadas corrieron a socorrer al gobierno: llegó la maquinaria prestada y sin costo... total los millones de dólares van al item de responsabilidad social empresarial y en diciembre se descuentan de impuestos... así pago yo, pero el mérito y la generosidad es del directorio de la minera... Y como fiel paradigma del capitalismo: el oro hace oro. Llegaron todas las ayudas internacionales, maquinarias y tecnologías y todo... y luego coser y cantar. El capital era capaz de manejar y resolver una gran catastrofe... por lo que las utilidades políticas se globalizaron, todos querían estar en la foto.

La cumbre de esto estuvo en el primer descenso... Piñera cerrando él mismo la jaula y dejando la puerta mal cerrada. Resultado: se abolló y descuadró y hubo que aplicar martillo, por un par de horas.

Comentario aparte: las comunicaciones con los mineros eran censuradas hacia y desde ellos. Infantilizados: un psicólogo del gobierno les decía a las familias lo que debían decir y ellos debían repetir estrictamente...

Finalmente. No soy muy cabalístico, pero a mi pesar, el terremoto y este desastre le pusieron "relato" a un gobierno anónimo. Ni siquiera una fiesta tán típicamente patronal como celebrar el bicentenario, había logrado encender la mística de la población. Pero con esto, se alcansó un peak. Habrá que sufrir hasta enero un bombardeo comunicacional narcisista presidencial, constante... pero, ya veremos que pasa.

Gracias, Christian, por prestarme tu voz, por ofrecernos la otra cara de La Moneda.