jueves, 31 de mayo de 2012

Por una ley de reforma política



¡Vamos a intentarlo! 


1.      El diputado será asalariado solamente durante su mandato. Y no tendrá jubilación proveniente solamente por el mandato.
2.
    El diputado contribuirá a la Seguridad Social, como todo el mundo (pasado, presente y futuro). El actual fondo de jubilación del Congreso pasará al régimen vigente de la Seguridad Social inmediatamente. El diputado participará de los beneficios dentro del régimen de la Seguridad Social exactamente como todos los demás ciudadanos. El fondo de jubilación no puede ser usado para ninguna otra finalidad.
3. El diputado debe pagar su plan de jubilación, como todos los españoles.
4. El diputado dejará de votar su propio aumento de salario.
5. El diputado dejará su actual seguro de salud pagado desde Las Cortes y participará del mismo sistema de salud que los demás ciudadanos españoles
6 El diputado debe igualmente cumplir las mismas leyes que el resto de los españoles
7. Servir en el Congreso es un honor, no una carrera. Los diputados deben cumplir sus mandatos (no más de 2 legislaturas), después irse a casa y buscar empleo.



Estas premisas que se piden para el congreso de los diputados, serían aplicables al resto de instancias políticas. Debemos exigir la reforma de la Constitución YA. Y para esto, no para recortar derechos...

1 comentario:

Guti dijo...

Una cosa son las ganas, y otra cosa el raciocinio. Esas medidas suenan bien por ganas, pero hay que tomarlas con raciocinio.

1.- Entonces tendremos diputados que durante su mandato son más vulnerables, por aquello del futuro.
2, 3.- No tengo mucho en contra, aunque tampoco sé si se arregla gran cosa.
4.- ¿Quién votará ese sueldo? ¿Otro organismo que pueda asfixiar o maniatar a los diputados? Pero entonces eso de la separación de poderes, ¿no está medianamente bien pensado? Si hay otro organismo que fija el sueldo de los diputados, ¿cuál será? Si es uno creado específicamente, ¿quién votará el sueldo de estos a su vez?

5.- Vale.

6.- Eso ya es así. Si te refieres a la inmunidad parlamentaria, volvemos a lo mismo: ¿no está ahí por algo? El que ha propuesto esta medida, ¿conoce el asunto y ha razonado sobre él? ¿O hablamos sólo de ganas?

7.- De acuerdo.