domingo, 15 de julio de 2012

Resistencia minera, resistencia global


Ahí tienen, la marcha de la noche del 10 y la manifa del 11. Para ser cinco o seis, diréis, estaba bastante nutrida. Lo sé porque estuve allí, fui de la Semana Negra a la Marcha Negra y enlacé con el Viernes Negro de los empleados públicos. Es para estar de luto permanente, quieren acabar con todo y, mire, entre aplaudir los recortes y aplaudir a los mineros, yo elijo la última opción. Lucha y resistencia. Hay otras, por supuesto: quedarse en casa, beber para olvidar o twittear qué mal está todo.

En Madrid hacía sol. Esto les parecerá una tontería, pero los que habitamos la Tierra de Mordor necesitamos comprobarlo de vez en cuando y ver que no es sólo una leyenda. Leyenda la hicieron los mineros, con aquellas caras demudadas de cansancio, agotamiento y emoción mal contenida,  al ver las miles, cientos de miles, de manos y voces alzadas a su paso, entre las que, puedo jurarles, la palabra más repetida era "¡Gracias!". Llevábamos banderas de Asturias y nos las besaban al paso. Al principio te sorprende, después lo entiendes. En este contexto, son más que otro sector abocado al exterminio, se han convertido en un ejemplo de resistencia con sus dosis de épica, violencia y romanticismo, como cualquier movimiento llamado a dejar huella, lo que en su caso viene de siglos.

Al ver la multitud que les aclamaba enfervorecida, alguno dijo asustado "Igual piensan que vamos a cambiar el mundo..." No, sería demasiada responsabilidad, y bastante difícil será que lo suyo se consiga. El mundo solo se puede cambiar entre todos, entre todas, pero necesitamos ejemplos, luces, faros... y de momento sus frontales son los únicos que iluminan la negritud de los días a que nos tienen condenados Mari Ano (ahí te las den todas) y su Pandilla Basura.


Si por Real Decreto se pueden anular las leyes emanadas del Parlamento, dejar sin efecto los Convenios colectivos, recortar el Estado de Bienestar y enmendar la Constitución, permítame que les diga que estamos asistiendo a un golpe de Estado. Y si rompemos la baraja, la rompemos por los dos lados. Así que en la calle estamos. Qué les jodan.

2 comentarios:

importaciones dijo...

Es interesante como el país actúa de esta forma! un saludo!

casas en remate dijo...

ASí es que debe ser, buen post... un saludo.