domingo, 21 de marzo de 2010

La ley de Dios

Cada día nos llega la noticia de nuevos casos de pederastia en la Iglesia católica, eso es ya tan habitual como debe ser la práctica. La novedad sobre el tema la aporta la ministra alemana de Justicia, que está dispuesta a reclamar a la Iglesia una remuneración económica para las víctimas de los abusos. Como a cualquier otro mortal. Ojalá sea así, consiga llevar a cabo su propósito y cunda el ejemplo.

Tengo un amigo que me siempre me cuenta los abusos que sufría en un colegio religioso de Gijón donde la gente bien sigue empeñada en meter a sus hijos. Cuando vio la película de Almodóvar La mala educación lloró, al sentirse identificado y ver retratado en público aquel vergonzoso "asunto privado". Siempre me sorprendió que un hombre tan beligerante en otros aspectos nunca lo hubiera denunciado y siguiera viviendo atormentado por los negros hábitos de aquellos que portaban hábito vara en mano, la mano en la vara ajena. Cuando se lo pregunté me dijo. ¿Para qué? Los curas no van a la cárcel…

Efectivamente, no se les aplica el Código Penal, no son juzgados, no van a la cárcel, ni indemnizan a sus víctimas, ni les apartan del servicio… en un palabra, viven al margen de la sociedad, fuera de la ley, como Dios. Consideran que las leyes emanadas del Parlamento están para criticarlas, no para cumplirlas, y así abanderan las críticas, los insultos, las protestas contra la ley del aborto, la ley de igualdad, la del matrimonio gay, la de memoria histórica, la de violencia de género… Delincuentes e insumisos, llaman continuamente a la rebelión contra el Estado, mordiendo la mano que les da de comer.

No hay que olvidar, durante el año 2010 el Estado entregará, mensualmente, a la Iglesia Católica 13.266.216,12 euros. A ésto hay que sumar los 500 millones de euros anuales que a la Administración pública le cuesta pagar los sueldos de los profesores de religión, los únicos que no pasan una oposición. Los colegios concertados religiosos reciben de las administraciones educativas cerca de 2.500 millones de euros al año. Sus profesores tampoco se ven obligados a superar oposiciones para probar su valía, con la ideología basta, lo compensan poniendo notas más altas que en los públicos, con ostentación. Del presupuesto asignado a la conservación del patrimonio Histórico, la mayoría se va en restauración de iglesias y catedrales. También la Iglesia está exenta de pagar el IVA en la adquisición de objetos destinados al culto y del pago del impuesto de sucesiones y transmisiones patrimoniales. Las viviendas de los sacerdotes también están exentas del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles. Y luego está su propia recaudación, tan opaca como una sotana.

Mantenemos a estos crápulas, corruptos e hipócritas con mi dinero, con el suyo. Y usted, encima, deja encantado a los niños en sus manos. Y los manda a clases de religión, aunque no crea. Pero, lo peor, es que habla por su boca, hace suyos sus argumentos retrógados y rencorosos. Y dudo que esta sea la palabra de Dios. Por cierto, ¿alguien se acuerda de lo que decía sobre consentir o cometer "actos impuros"?

1 comentario:

Mario dijo...

Tan real como la vida misma, chapó por este artículo señora, no puedo estar mas de acuerdo con ustéd.
Con la iglésia nos hemos topado y me temo que nos seguiremos topando.
Me ha encantado su blog.