viernes, 13 de agosto de 2010

No se puede salir fuera

Lo que les digo, a ver quien aguanta después la depresión que produce este paisín. Una pone buena voluntad, pero no puedo con ellos. Me tienen hasta los moños. Llego y me encuentro con que, mientras el Club de Regatas sigue incumpliendo la ley de Costas, el mismo ayuntamiento que se lo permite, quiere intervenir el resto de la fachada marítima. El plan de la Ería en el Piles, con una torre de 13 pisos, y llevar a Fomento la estética del Muro, revela una afán totalitario, tirando a hortera, que no se puede con ello. La cagamos. Y no tenemos donde.


Un año más, Gijón convoca a las masas a los conciertos de Poniente, se ocupa de que puedan abrevar a gusto y no pone, señoras, señores, ni un WC público –ni uno- para las treinta mil personas que dicen juntan cada noche. Siempre encontrará Vd. un parking cerca para dejar su coche, pero si quiere aliviar su vejiga o le entra un apretón vaya a cagar y mear a la playa o en los portales. ¿A que lo ve normal? Y si es de fuera, no se preocupe, créaselo, es lo habitual y está fomentado por nuestros munícipes. Los ciudadanos vistos como cabezas de ganado que cuentan a ver quien junta el rebaño más grande, pero nunca como personas, con cabeza, corazón y esfínteres.

Fui a ver atardecer al Cabo Peñas (esas pequeñas cosas que te congratulan con la vida) y, para mi sorpresa, la puesta de sol era seguida por decenas de cámaras y turistas, congregados al cabo del cabo del norte por los folletos y la propaganda turística. Aquí también hubo intervención. Y no era bastante poner vallas de madera. Los senderos naturales del cabo, hechos con los años al transitar de los pies, han sido ocultados por un camino de tablones. Las ovejas son tan tontas que hay que dirigirlas, ya se sabe. Centro de interpretación, paneles informativos, profusión de bancos y, por supuesto… ¡¡Ni una papelera!! La mierda al suelo, por favor, natural, esto ye el paraíso de los gochos.

Así es, que atropellan a un ciclista, lo matan y se dan a la fuga. En el coche, un concejal de Cultura, Deporte, Educación y Medio Ambiente. Que odia –o ignora- la cultura, la educación, el deporte y el medio ambiente. Y más a los ciclistas. Mía es la calle, la ciudad, la carretera. Fraga, un precursor. Si así obra un representante del pueblo, lo que no hará el pueblo. ¿Aplaudir a Farruquito?

Y claro, si los políticos, además de incívicos, son corruptos, el pueblo no va a ser menos. Y el 43% de los empresarios considera normal el fraude fiscal generalizado y lo aplica en su interés (estos los que lo reconocen) Con razón mantienen como presidente a Díaz Ferrán, su ídolo. Nos falta higiene física y mental, cordura, educación, cultura, civismo, convivencia… y vergüenza.

Porque traer a la Pantoja y los triunfitos al Día de Asturias, es de juzgado de guardia, pero más delito tiene contratar a José Luis Moreno para la programación de la Laboral, después de haberla vendido como centro cultural de arte alternativo. Por cierto que, como estrellas, trae otra vez a la Pantoja… y a los Lunnis. Globos a la deriva. Esto ye un sindiós… Mientras, una gaitera asturiana triunfa allende las fronteras. Allende será, porque aquí, para los de casa, oportunidades pocas.

No sé si vamos para atrás o no podemos caer más bajo, pero tengo clara una cosa: no se puede salir fuera y menos a la civilizada Europa. Pagan sus impuestos, conservan su patrimonio, cuidan del bienestar de las personas, imperan el respeto y la convivencia, la tolerancia, fomentan la diversidad cultural, musical… Me deprimo en esta jaula de hienas ¿no ven cómo se ríen de nosotros?

1 comentario:

Anónimo dijo...

mu bien