domingo, 5 de diciembre de 2010

Wikileaks, Assange y el peligro de no usar condón

Ya ven ustedes la crisis que están “sufriendo” nuestros gobiernos, además de la económica. ¿Y todo por qué?  Porque un periodista suicida desvela la hipocresía política y confirma lo que es vox populi  ¿A ustedes les ha extrañado alguno de los contenidos revelados? Parecen conversaciones de chigre, por otro lado, no se esmeran mucho los señores embajadores, parece que transmiten lo que se dicen los parroquianos en el bar de al lado.  ¿Quién no duda del liderazgo de Rajoy? ¿Alguien dudaba de que la investigación del crimen de Couso estaba siendo paralizada por los EEUU? ¿Sorprende que acusen a Berlusconi y Putin de mafiosos y puteros? ¿No están las autoridades mejicanas acorraladas por el narcotráfico? ¡Por Dios! No me considero adivina, pero tampoco imbécil, aunque nuestros dirigentes lo piensen y vivan de tratarnos como tontos. Y ojo, a ver quién dicta las leyes en nuestro país y por qué… pregúntenselo a Sinde.
O sea, el problema no es lo que hay, es que se sepa. Hay que tener mucho morro. Y aparece un ministro canadiense pidiendo que maten a Assange aunque “parezca un accidente”, que él se encargaría de provocar, por otro lado, si es que no puede lincharlo con sus manos. Los llamamientos específicos a su asesinato, secuestro y ejecución por parte de las élites de la sociedad estadounidense se suceden, desde la iniciativa en el Senado para declararlos "amenaza transnacional" hasta los llamamientos al asesinato de la Fox.Un excelente artículo de Umberto Eco nos llama la atención sobre una realidad que los poderes, imbuidos en si mismos, despreciaban. El gran hermano de Orwell se basaba en que las tecnologías permitirían al Estado controlar al individuo,  y eso es a lo que tienden. Pero, ¿nadie pensó que el individuo podría controlar al Estado? Y eso es lo que les ofende…
Y ahora, Assange, se encuentra perseguido por la justicia sueca, con una orden de captura internacional, acusado mantener relaciones sexuales consentidas pero sin condón. Ese es su delito, sex by surprise.  No deja de ser un trasunto de su forma de actuar por sorpresa. De otra cosa no tienen forma de acusarle.Y aunque lo consiguieran, ¿van a impedir que nazcan nuevas wikis, otros hackers, nuevos espías? Esto es Internet, señores, un invento militar americano que propició -by surprise, of course-, la aparición del mayor ejército conocido: los Internautas. Sus soldados se alistan en el mundo entero y sus estrategias se crecen y renuevan en cada asalto a las trincheras del poder. Las fronteras han dejado de existir  por más muros de cemento que sigan levantado ante nuestros ojos. 
Assange es la cabeza visible, únicamente eso. Detrás de él hay un equipo (dicen) de quince personas y 800 voluntarios distribuidos por el mundo detrás de una IP enmascarada, algo así como Al Qaeda: cojan ustedes a Bin Laden y dará igual, las células se forman y reproducen muchas veces sin tener contacto entre sí y menos con él. No es una organización jerárquica, es una organización relacional, en red. Para los que trabajamos con redes sabemos que multiplican exponencialmente la potencialidad de los nudos, de los nodos.
Y eso da miedo, ¿verdad?

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