domingo, 13 de febrero de 2011

Jóvenes del 25 de enero, la revolución cívica

Activistas, internautas, blogueros, revolucionarios y cívicos. Una ciudadanía ejemplar, la egipcia. Un paradigma el movimiento de Jóvenes del 25 de enero, artífices virtuales de la revuelta. Para quienes sigan dudando de los poderes -aún incipientes- de la Red para cambiar el mundo, ahí está ese movimiento anónimo que se ensayó en Irak, se vistió de verde en Irán o ha sido capaz de desncadenar el tsunami que está barriendo el mundo árabe. Ahí están, mujeres y hombres, jóvenes y viejos. La calle es suya.

Pero, para mí, lo más impresionante ha sido verlos barrer, limpiar, recoger, fregar, lavar, pintar. Tan revolucionarios y pacíficos (¡si Gandhi levantara la cabeza!) como cívicos. Esta es mi ciudad, este es mi país, esta es mi casa. Y actúo en consecuencia: después de barrer la dictadura, doy brillo a la plaza liberada. Si la nueva era viene a visitarnos que encuentre mi hogar sin mácula.

Me recuerda Al-andalus, la suntuosa, la de los jardines y el agua, con sus bibliotecas del saber y su cultura de baños perfumados, quizá lo más extraño y chocante para los cristianos, que mudaban la camisa ni para dormir ni en un año y que, para los  refinados árabes, "olían como cerdos". Los mismos que tiraban los orinales por la ventana.

Y luego me viene a la mente el botellón y pienso en el escaso aprecio, la nula consideración que tienen nuestros jóvenes, nuestro futuro, por los espacios públicos, a tenor de las toneladas de residuos que dejan en la que parece ser su casa. No les ofende, como a los cristianos viejos, el hedor, la basura, la mierda pegada al culo.

Otros países, otras costumbres. Son muchas las lecciones que aprendimos de estos jóvenes egipcios, en este febrero que parece mayo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué razón tienes. En nuestro país no habrá revolución mientras haya botellón...
Un honor compartir tren contigo

una profe dijo...

a diario cuando entras en una clase el suelo está lleno de clinex, bolsas d chuches, papel albal etc..las mesas pintarrajeadas. Las persianas rotas. El hueco de los radiadores se utiliza como papelera. Y la respuesta siempre es la misma, o mejor dos respuestas:
a) yo no lo he tirado (ergo no lo recojo)
b) para eso están las limpiadoras
no voy a sacar conclusiones, cada uno que saque las suyas.