viernes, 20 de mayo de 2011

Strauss-Kahn y el FMI, exponentes del cinismo político y económico mundial

Que el Fondo Monetario Internacional con Rodrigo Rato a la cabeza no se hubiera enterado de la crisis y hubiera aplaudido –sin necesidad- las prácticas especulativas fraudulentas de los bancos causantes de la misma, toca las narices. Pero que su sucesor, Strauss-Kahn, pida recortes de salarios, reducción del estado de bienestar, rescates bancarios…mientras se aloja en suites de 3.000 euros la noche, raya el cinismo más deleznable.


La violación de una camarera no es nada extraño en su situación: el poder conlleva el abuso, incluso, sobre todo, el sexual. Como en el caso de su colega Berlusconi, no se trata de la erótica del poder, sino de la infausta combinación de poder, sexo y violencia de género. Que va a extrañarnos de un hombre que se jacta en público de que “le pierden las mujeres” y lleva un tren de vida de millonario. Ese es el que insiste en que a Vd. le recorten el sueldo. Y este no es su primer caso escándalo por abusos sexuales. Pero ahí seguía, todos tan contentos, como con Camps o Berlusconi (qué más da imputados, corruptos, violadores…presuntos)

Ahora, para cinismo, su carta de despedida: “En este momento pienso primero en mi esposa—a quien amo más que a nada—, en mis hijos, mi familia, mis amigos” La esposa, por cierto, es la tercera. Seguro que cuenta con la bendición del arzobispo de Oviedo…

Dime si no ye pa echase a la calle…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece muy bien lo que dices, pero no lo que no dices en ningún momento. Strauss-Khan posiblemente sea sentenciado por violación, pero que cites a Berlusconi o a Camps, enturbia el problema, parece que estas a punto de concluir que como es un violador es de derechas, ergo todos los de derechas son violadores, o los violadores son todos de derechas. Mejor citabas a todos sus compañeros y compañeras del partido SOCIALISTA frances que durante años han estado mirando para otro lado y riendo las gracietas que ni eran eróticas ni eran festivas.