sábado, 20 de agosto de 2011

Católicos, reaccionarios, insolidarios, violentos...


Ya estamos. ¿No había que amar al prójimo como a sí mismo? Previo a la visita del  Papa  el ínclito arzobispo de Oviedo, en otra de sus usuales perlas, calificó a los jóvenes no católicos (ateos, agnósticos, musulmanes, evangelistas...) "que pretenden cambiar el mundo" -digo yo que sería un guiño a los indignados- de reaccionarios, insolidarios y hasta violentos, a la deriva en una nave orgiástica y apocalíptica donde desayunan abortos, se entregan a relaciones sexuales -¡con condón!- sin matrimonio ni afán de procreación, y, para más inri, celebran actos y pactos contra natura, pues qué otra cosa son los matrimonios gays. Vamos, lo de siempre, un anticipo de lo que luego diría el Papa. ¡Y en Somalia muriendo de hambre!

Luego dicen que yo me meto con la Iglesia. No, señoras y señores, no. Son ellos los que no paran de meterse conmigo. A mí no se me ocurre hacer una reunión de celebración, una comunión de espíritus, una fiesta familiar y dedicarme a meterme con los del comedor de al lado ¿Por qué no se halagan, besan, felicitan y se aman de buen rollo, dejando en paz a los demás?

Si el Estado fuera laico, toda fe religiosa y filosófica, incluyendo las ateas, agnósticas y otras, tendrán la misma posibilidad de expresar su pensamiento, de practicar sus ritos, si los tuvieren, y de sentirse en plena igualdad de condiciones con las demás. El laicismo permite por la libertad de conciencia y de cultos, no los impide ni pone uno de ellos por encima de otros sino que los garantiza, por supuesto siempre y cuando no atenten a los derechos humanos y a las leyes penales, pues no se puede justificar la pedofilia, por ejemplo, como si se tratase de un asunto de fe.

El Estado Laico implica además la autonomía del Estado, la independencia entre la ley civil y las normas religiosas o filosóficas particulares, por lo que el laicismo es parte de la soberanía del país. Caso contrario, nos ponemos por debajo de las decisiones de un organismo distinto a los elegidos en votación universal, como puede ser el caso del país del Vaticano.

Los que no somos católicos, exigimos también un poco de respeto, señor Benedicto y acólitos, bastante se les aguanta, consiente y mantiene. ¡Estado laico ya!

7 comentarios:

Rosario dijo...

Leía hoy en Twitter que Madrid parecía que hubiera retrocedido 50 años.

La gran diferencia, como bien comentas, es que el laicismo permite cualquier tipo de confesión mientras que el catolicismo que práctica Benedicto y sus acólitos, creen que su fé y práctica es la única válida.

Anónimo dijo...

¿pero que te hemos hecho a ti los católicos??? háztelo mirar

Luis dijo...

Yo soy ateo, pero sin embargo pero me molesta de veras que se ataque a los católicos como se está haciendo. Tienen el mismo derecho que cualquier otro a expresar sus opiniones, y creo que muchos laicos no están respetando ese derecho.

Por ejemplo: la contramanifestación en Madrid. Supongamos que a los católicos les diese por hacer una manifestación en Chueca, en plena Semana del Orgullo Gay, durante la celebración, oponiéndose al matrimonio homosexual. ¿Eso se vería como que está en su derecho o muchos laicos dirían que es una provocación y que la Policía tiene que impedírselo?

Pues lo que ha pasado en Madrid es lo mismo. No estoy de acuerdo con ellos en casi nada, pero tienen derecho a expresar aquello en lo que creen y a celebrar sus eventos, y creo que la mayoría de los laicos se han cogido por costumbre insultarles un día sí y otro también.

Y o digas que los católicos también insultan. Hoy por hoy, veo muchísimos más insultos de los laicos hacia los católicos, y lo siento, este blog me parece un ejemplo. Para pedir respeto, hay que saber respeto primero, y eso muchos laicos no lo hacen, y me dan vergüenza ajena precisamente porque yo tambié soy laico.

Rosario dijo...

Respeto es crear un marco donde todos, repito, todos podamos creer o pensar lo que se quiera.

El catolicismo históricamente, se ha caracterizado por creerse en la posesión absoluta de la verdad.

Como ejemplo, la ley del aborto, que no obliga a abortar a nadie, sino que lo ubica dentro de un marco legal. Pero el catolicismo imperante lo hubiera prohibido ya si hubiera podido.

Esa es una gran diferencia.

Anónimo dijo...

No soy creyente, y no entiendo que quieres desde la laicidad, la tolerancia, la libertad de expresión, la libertad de cultos, y la no discriminación por razones religiosas les moleste y zahieran por la visita del Papa y la concentración en cuatro vientos de sus seguidores. No lo entiendo. ¿En qué quedamos? ¿Tolerancia o piquetes y juicios populares? Pues algo se me tuerce, cuando un catolico me acepta como ateo, pero muy pocos ateos me aceptan como católico. Al final, también se puede ser ateo y fariseo

Anónimo dijo...

A mi me ofende la agresividad que finalmente se encierra muchas veces bajo la palabra "laicista". Un odio anticlerical que puedo llegar a entender pero que jamás puede significar ataque o enfrentamiento con los creyentes, practicantes o simplemente, cristianos.
Partimos de un respeto. Sino lo hay, apaga y vámonos.
Habiendo ese respeto, me pregunto.. hoy en día, a alguien lo obligan a ir a misa? a comulgar? a rezar? obligan a alguien a creer?
Por favor, un poco más de seriedad, aquí el que quiere creer en algo cree, y el que no pues también.
El que quiere envía a sus hijos a religión y el que no pues a otras asignaturas "equivalentes".
Quitaron los crucifijos de las aulas.. Vale, puede no gustarme pero lo respeto. Pero en este país todos, en principio, jugamos en la misma liga y pagamos impuestos.
Pues si pueden manifestarse los gays y lesbianas en "su día" libremente, los católicos también.
Si lo hace la izquierda, también lo puede hacer la derecha. Y si se manifiestan los republicanos también puede hacerlo algún "facha". O debería... porque por desgracia a muchos les gusta lo ancho para ellos y lo estrecho para el mucho.
Sin embargo yo ejerceré siempre la palabra Justicia para pedir el "café para todos" o se rompe la baraja.
Todos con los mismos derechos. Y basta ya de presumir de chapa y hablar demagógicamente.
Que si el laicismo estatal no interesa a la clase política no es tanto por razones ideológicas o de imposición eclesial como económicas.
El día que la religión musulmana o la evangélica costee las infraestructuras y realice los gastos sociales que hace anualmente la iglesia católica en España (y que ningún gobierno español sería capaz de afrontar).. entonces estará en igualdad de condiciones. Mientras tanto a aguantar a la religión de la mayoría y a respetar a los demás !!!
Ya estoy cansado de tener que ser yo siempre el que respete a los demás.. También exijo mi derecho a ser respetado. Yo no impongo, así que no tolero que nadie me imponga.
Ah.. y no soy católico practicante, me defino más bien como cristiano y practicante católico ocasional. No creo en la jerarquía eclesiástica pero sí en las doctrinas de Jesús de Nazaret.
Menos en una.. no esperéis que ponga la otra mejilla porque en su lugar os encontraréis con mi puño, es la única forma de ser respetado hoy en día...
Saludos.
PD: escribo no para ofender sino para hacer reflexionar. Por favor si alguien se ofende por mis palabras le pido disculpas por anticipado pues no era mi intención.

AURORA dijo...

Esto no es más que pura palabrería, demasiada palabrería; al final se nota que quien manda, MANDA y punto.(por desgracia)