Por lo visto hablamos de centenares de asesinos con sueldo, no a sueldo, que matarlas las mataron de motu propio. Los hideputas, machistas y maltratadores, algunos en prisión y otros non, siguen cobrando la pensión después de haber matado a la mujer. Vamos, un chollo. Se acaba de descubrir ahora; como lo del robo de niños durante el franquismo, es algo que se sabía pero se ocultaba en la cuneta de la memoria. Y es que en este país la Justicia, además de ser ciega está muy ocupada encausando a Garzón. ¡A quién se le ocurre desenterrar a los muertos! Aquí con levantar las alfombras ya aparecen las vergüenzas, que tenemos un montón de ellas. Y ahora a ver si los diligentes jueces encuentran motivos para retirarle la pensión, que parecen todos cortados por el mismo patrón.
sábado, 17 de diciembre de 2011
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