viernes, 25 de mayo de 2012

Las distintas varas de medir de la ¿Justicia?



Osea, que el presidente del Tribunal Supremo se va de viaje particular a todo lujo a costa de usted y mía, pasando sus fines de semana (de cuatro días que trabaja tres) como dietas y ante el escándalo suscitado por la denuncia de malversación de fondos...

-Divar alega que 15.000 euros son una nadería (debe ser comparado con lo que roba el resto) y que no piensa ni dimitir ni dar explicaciones. ¡Con un par, si señor!
-La Fiscalía archiva la denuncia sin investigar, dice que si los pasó como oficiales lo serían, no van a dudar de su palabra. Estos ya con dos pares..
-La mesa del Congreso rechaza que comparezca a dar explicaciones, que es cosa de jueces
-Gallardón dice que el CJPJ y el propio Divar salen reforzados, tanto como Camps y sin llegar a juicio, como ha de ser, total para llegar al mismo punto... Al final el pobre Divar va a sufrir violencia estructural, al tanto...

Mientras, amenazan llevar a la cárcel a los pensionistas que se manifestaron ante la Audiencia en defensa de Garzón y exigiendo la aplicación de la ley de memoria histórica por no tener 800 euros para pagar la multa. Y los muertos siguen en las cunetas...

Y a usted más le vale estar al corriente de los pagos, o pierde la casa o va a la trena. Esa trena que nunca pisarán los banqueros indultados, los políticos corruptos y, ahora, tampoco los jueces, que para eso son los que tienen la vara de medir. Menos Garzón, claro, que tuvo que demostrar a sangre y fuego que no había cobrado la conferencia impartida en un curso de verano.

Creo que la Justicia no es ciega, se sacó los ojos para no ver los desmanes de sus acólitos... 




1 comentario:

Arturo dijo...

Pilar:
En mi país los jueces no pagan impuestos a las ganancias.
Hace una semana atrás, un muchacho que hace tareas de limpieza en un hospital donde me atiendo, le comentó a mi señora que, el mes pasado, había hecho horas extras y que no se las habían abonado, pues se las birló el Estado con el susodicho impuesto.
Y mejor ni hablar de los robos de los gobernantes, porque me debería internar, para ver si me curan de la indignación.
Un saludo.