miércoles, 13 de junio de 2012

Dívar y su escolta, mano a mano


Erase que se era un país donde el más alto cargo entre los jueces (aquellos que deben impartir justicia) mentía y falseaba datos para ocultar que se pasaba los fines de semana con su jefe de seguridad, que lo escoltaba en las cenas y hasta (en) la cama. ¿Un caso de amor loco? Presunto, por supuesto.

Cuando estas cosas se destapan, una piensa siempre en lo mismo: lo gastaba en putas, que es así como lo más generalizado entre el ganado de su especie. Pero este hombre me dio  mala espina desde el principio, si se fijan, tiene cara de vicioso, incluso parece inyectado con botux. Así que pensé en la pederastia, también muy habitual entre los santurrones del Opus y los curas. Por eso me quedé de piedra al ver que el objeto de sus desvelos era el guarda de seguridad, un algo así como la Corinna para el rey. Y ya se me desató la imaginación, oiga. ¿Qué harían después de la cena y el bingo en aquellas suites de lujo?

La imagen que tienen arriba, tomada en Colombia, es la que al CGPJ se le olvidó censurar y desaparecer de su web, después de haber retirado todos los vídeos en que ambos aparecían tras el escándalo. Fíjese que monos van los dos, el ultracatólico y ultraconservador Dívar de amarillo canario y el escolta todo de blanco, con su camisita y su canesú, tan ibicenco; los dos las gafitas colgando, bajando el mismo escalón con la misma patita, la derecha, por supuesto, como en un pase de baile de parejita bien acompasada.  ¡Pues anda que no se pasearon por todo el mundo a nuestra costa!

A su bien amado escolta, no solo le ha pagado cenas y hoteles de cinco estrellas, sino que le procuró una pensioncita para toda la vida y negoció un puesto en una embajada. Que sepamos. Como también sabemos que a una testigo del juez Garzón, de 81 años, el Supremo se negó a pagarle los 300 euros que costaba el viaje hasta la Audiencia. Y es que, claro, buscaba a su madre en una fosa. ¿De parte de quién va a estar el Supremo? No de ella, no de nosotros. ¡Santiago y cierra filas con Dívar!

Sinceramente, a este país no le falta regeneración, le sobra degeneración.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Chica, eres el ejemplo perfecto de que, hoy en día, cualquier indocumentado se atreve a tener un blog para deleitarnos con su sapiencia. Deberías informarte mejor. Así sabrías que el porcentaje de pederastas es mucho más alto entre hombres casados. Por ejemplo, entre otras sandeces que has escrito. Otra cosa: supongamos que no conoces a Dívar de nada. A ti te enseñan ahora mismo una foto suya diciéndote que es el Secretario General de Izquierda Unida y le ves cara de santo. Fijo.
Me basta con que leas TÚ este comentario, eso será plenamente satisfactorio para mí, no necesito que lo publiques.

Anónimo dijo...

Otra cosa que se me ha olvidado: en 'Estepaís' -capital: Madrid- (igual te da urticaria si escribes 'España'), está claro que se puede ser homosexual siempre que se sea de izquierdas. Los de derechas son 'maricones', a secas.