viernes, 23 de abril de 2010

El caso Najwa, el hiyab y la gorra de rapero


Hace veinte años en Francia, en 1990, en una visita institucional al organismo de juventud galo, nos plantearon esta pregunta: “¿Qué postura adoptáis en España ante el velo islámico?” La verdad es que casi no sabíamos de qué hablaban. Para ellos, el caso Najwa era uno de los muchos que se planteaban en todas las escuelas. Para nosotros, la inmigración no había empezado, no era aún significativa. El debate estaba en la calle, en las casas, en los medios y terminó desembocando en una ley, en el año 2004, que prohíbe el uso de cualquier signo religioso en los lugares públicos, con atención especial a las escuelas. En la actualidad, existe sobre la mesa una propuesta de ley que prohibirá la utilización del burka por la calle.

Los argumentos y los posicionamientos de entonces se repiten ahora, aquí, con el hiyab. Yo entonces no tenía clara la respuesta, ahora sí. Libertad, por supuesto. Para los que toman algo y los que tienen fés varias, los que les gusta la salsa y los que prefieren el rock duro. Y si Najwa quiere usar hiyab porque su Dios se lo pide, allá ella. Los dioses siempre están pidiendo chorradas, por cierto, y más a las mujeres, hay que joderse con las divinidades en sus múltiples caras, que machistas nos salieron.

El velo, además, es lo visible, pero no lo más preocupante, su religión les exige mucho más que llevar la cabeza cubierta. Lo peor es que tampoco les permiten hacer gimnasia, ni participar en actividades escolares mixtas, ni ir a la playa Ese sí es un verdadero problema para el desarrollo personal y la integración de las féminas en nuestra sociedad, que no en la suya.

Aquí llevamos años luchando por que la religión salga de las escuelas y no quitamos el crucifijo para colgar la media luna, hasta ahí podíamos llegar. La religión, como las prácticas sexuales, son opciones personales y a ese ámbito deben restringirse. También hay católicos integristas, judíos ortodoxos, ateos recalcitrantes. Allá cada uno con su elección vital y un respeto para todos, pero sin imposiciones.

Y luego están las normas, hechas para cumplirse. Hace tiempo, a partir de la moda rapera sobre todo, en los colegios se prohibió la gorra a los chavales, que tienen que acudir a clase con la cabeza descubierta. Para ellos, también es una seña de identidad fundamental. Y llegan a la puerta del Instituto con ella y se la quitan y salen por la puerta y se la ponen. Pues lo mismo el velo. Y tan contentos.

Si al rapero le quitan la gorra, Najwa que se quite el velo dentro del recinto escolar. Son ganas de liarse el hiyab a la cabeza.

10 comentarios:

Macanaz dijo...

No se puede expresar mejor. Lamentablemente la verdad que recoje el artículo sera destruida por la oligarquia sindical-mediatica-politica que gobierna este pais.
Enhorabuena por el post.

Anónimo dijo...

Escribes lo que deberían decir nuestras ministras y ministros. No es una cuestión religiosa. Es machismo. Y la Sra. Bibiana Aído, debería decir, la primera, que en España ya no se educa a las mujeres para ser esclavas. Buen día.

Arantxa dijo...

Soy profe y lo tengo clarísimo: cada uno que lleve lo que quiera siempre que eso le permita participar en las actividades a las que le da derecho la educaciön. Efectivamente, el problema suele surgir en clase de Educación Física (como te oigan Ana y Pati lo de gimnasia te matan). Desde mi punto de vista, ahí está el único debate. Por lo demás...
que cada uno haga lo que quiera...o su religión le permita. también hay que cubrirse pa entrar al vaticano.

http://hijab.jimdo.com dijo...

El Vestido Islámico (Hiÿäb) de Martir Morteza Mutahhari

Reflexión filosófica sobre el hijab dividida en seis discursos. El autor pone énfasis en que el vestido islámico (hijab) es modesto esto porque según el Corán y la sunna la mujer musulmana debe vestir con modestia. Demuestra porque es virtuosa la modestia. El autor de esta importante obra sustenta sus argumentos en base al Corán, la sunna y algunos ensayos occidentales sobre ética.

Baja el libro desde http://hijab.jimdo.com/e-books

Anónimo dijo...

El velo para las musulmanas es algo tan rancio como el pañuelo de nuestras abuelas campesinas, fuera y dentro de la iglesia. Hay un islam laico que no usa el velo. Y a ese islam moderno, como al cristianismo laico, debe mirar nuestra sociedad y nuestros gobiernos. Hay que educar en la libertad y hacia la libertad. Y no confundir la tolerancia, con la indiferencia. Si nos indignan los padres fanáticos cristianos, también nos deben indignar los padres fanáticos islámicos. A los niños se les educa, no se les adoctrina. Por cierto, ¿introducimos el tema de la ablación masculina, en forma de circuncisión? ¿Que tiene que ver el prepucio con el alma? Pues el velo, es el extremo inferior de una línea que lleva a extremos intolerables. Si los padres adoctrinan a sus hijas en el velo, que se lo pongan libremente ellas mismas en su mayoría de edad, no cuando les vienes la primera regla. ¿Alguien se imagina nuestra actitud hacia una joven de 13 años que saliera a la calle con su toca de novicia? ¿Y nuestra actitud hacia sus padres? En nuestra tolerancia/indiferencia hacia el velo hay mucho de racismo. Es cosa de moros, como otras cosas son cosa de gitanos. Y todo bajo un gobierno socialista cuya obligación es formar hombres libres y mujeres libres. Para un viaje asi ya nos bastaban Carlos II y la Inquisición.

Xuan dijo...

Fuera el velo, los crucifijos y las gorras de la escuela. Lo tengo tan claro que me parece hasta innecesario decirlo otra vez.

¿Y si a mí me apetece ir en pelotas porque soy nudista convencido y dialogo con los pájaros? En fin, para todo hay límites. Los de la lógica.

Anónimo dijo...

Tu reflexión es simplista e imprecisa.

La religión (el derecho a ella) también permite manifestarla fuera, en el ámbito público, no solo en el privado como abogáis los progre-cutres. Otra cosa es que estas vestimentas medievales sean contrarias a los más elementales fundamentos de nuestra sociedad (y de la europea, en su conjunto): tras de ellos, hay una imposición y un machismo deleznable; significan esclavitud, sometimiento. Por eso deben suprimirse en todo caso, no solo en las escuelas.

Unknown dijo...

Hey Hi..!!
Congratulations to the post...
very interesting..

James…
Karachi News Alerts

Anónimo dijo...

Lo que pasa es que problemas culturales no estarán resueltos por imposición. Tan grave cuanto imponer el uso del hiyab es proibirlo. Los europeos no saben modificar las cosas sin omponer??? Con tantos conflictos mundiales, no han aprendido, todavía. Paz y comprensión! Busquemos el camino más dificil, pero más eficaz: un cambio profundo de culturas!

Proyecto de Acogida Integral a Inmigrantes Cruz Roja Langreo dijo...

Acabo de encontrar este artículo al pretender informarme mejor sobre el Hiyab, para entender mejor la postura de las niñas que lo llevan. Me parece tan totalitarista querer imponer a las personas acatar una religión (como ocurría en España no hace tanto) como negarles el derecho a expresar sus creencias, siempre que no vulneren los derechos de los demás. Y no creo que una niña vulnere ningún derecho de sus compañeros por ir con un pañuelo a clase. Otra cosa es que se les niegue participar en otras actividades, pero eso es otra cuestión. No es lo mismo que se haga quitar los simbolos religiosos de las escuelas públicas, que son edificios, que que se obligue a quitar los símbolos religiosos de las personas. Ni creo que se pueda comparar el Hiyab con una gorra, porque, aunque las dos prendas se usen para expresar la identidad ideológica o cultural de una persona, aquí mismo se ha dicho que el Hiyab no es sólo una prenda, sino que va enlazada a las creencias de la persona, del mismo modo que no significa lo mismo para un cristiano que le obliguen a quitarse una medalla de la virgen para ir a la escuela a que le digan que tiene que hacer Educación Fisica con una camiseta blanca y no azul.
Eso es intolerancia. Porque la tolerancia precisamente consiste en respetar a las personas aunque no compartamos algunas de sus actuaciones, siempre que no atenten gravemente contra los derechos de otros. La practiquen musulmanes o no musulmanes.
En esta Europa estamos restringiendo muchas libertades de las personas, amparándonos precisamente en hacer un mundo más igualitario y libre para todos. Es hipócrita. Tratar a las personas con los mismos derechos no significa copiar, neutralizar, imponer nuestro modelo. Yo soy mujer, universitaria, europea, y vivo en una sociedad que me incita a depilarme, vestirme y prepararme, como requisitos para ser aceptada y tener oportunidades, en una estructura pensada por hombres y para contentar a hombres. Así que no pienso que mi modelo sea perfecto, ni estrapolable a las demás culturas ni países, ni mejor.
Si las niñas musulmanas quieren llevar Hiyab, que lo lleven. Si las españolas quieren llevar pelos en las piernas, que los lleven. Si las niñas gitanas quieren llevar el pelo largo, que lo lleven. Es estética y además están en su DERECHO (no debemos olvidar que en España las 'normas y leyes' de los colegios siguen estando jerárquicamente muy por debajo de la Constitución y de los Derechos Humanos, que dicen 'Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de Creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia'. Ahí es nada . Los problemas están detrás, y son bastante comunes a todas las culturas y etnias(opresión, precariedad laboral, maltrato...) En la diversidad está la riqueza de las culturas humanas.
El problema es cuando con la excusa de proteger a los niños, los desprotegemos estigmatizándolos.

Y de paso os animo a que metáis en el Youtube 'corto Hiyab'. Es representativo.