Varios días duró el asedio de Lancia y heroica fue la resistencia que se mantuvo dentro. Los romanos utilizaban arietes contra nuestras defensas, mientras sus ballestas no dejaban de enviar volando bolas ardientes hacia el interior. Antorchas humanas se arrojaban al vacío desde lo alto iluminando la noche. Su resplandor era tan fuerte como el olor a carne quemada que despedían. Tal fue el acoso, que los muros terminaron por hundirse. (…) Los traidores habían cumplido su palabra. A nuestras espaldas Lancia ardía y su fulgor iluminaba la noche desde la montaña. Ascendíamos en silencio, con los pies lastrados por la congoja, pues la más bella de todas las ciudades, crecida al amor del Ástura, lugar de encuentro de todos los nacidos bajo el manto de la Diosa, había sido arrasada. Y nuestras ilusiones con ella. (Imborg, La Diosa contra Roma)
Lancia, capital y refugio de los ástures en tierras de León durante las guerras contra Roma, asediada, asolada y quemada por las tropas de Augusto en el siglo I a.c. corre peligro de desaparecer para siempre, amenazada por la construcción de la A 60 que unirá León y Valladolid.
Había visitado el emplazamiento siendo estudiante, y regresé cuando escribía La Diosa contra Roma. La ciudad prerromana fue siempre objeto de un abandono lamentable, penoso, algo frecuente en este país con los restos arqueológicos pero que en este caso, por la importancia del yacimiento y su significado, arrancaba lágrimas de pena.
Tímidamente desbrozada, más que excavada, en los años 40-50, sin protección ni indicaciones, comidos los restos por la maleza, adivinabas bajo el sol y la tierra polvorienta los restos de las edificaciones, los caminos, la riqueza y la numerosa población que pudo habitarla. Igualmente el sufrimiento y el sacrificio de sus habitantes, quemados y crucificados a sus puertas. Ejercicio de imaginación, sin duda.
Y, en el fondo, la esperanza de que algún día no muy lejano fuera incluida por méritos propios en algún proyecto que la rescatara para futuras generaciones. Ahora la esperanza se funde con el hormigón, esa termita gigantesca que devora el solar patrio, dejándonos sin costa, sin naturaleza…y sin Historia.
El movimiento de defensa de Lancia se extiende por la red, hay un grupo en Facebook y un blog y son varias las que se han hecho eco (El comentario Tv, Terra Antiqua, visita sus enlaces) También los diarios nacionales lo recogen. Si quieres, si puedes, une tu voz a la de Imborg.
1 comentario:
Gracias por el artículo, es muy gratificante para quienes luchamos por salvar Lancia, ver que vamos teniendo eco entre las personas sensibles y cultas.
Un abrazo desde la Av. Lancia de la ciudad de León
Alicia Valmaseda Merino
Coordinadora y Portavoz de ComunidadLeonesa.ES y Miembro de la Plataforma "Salvemos Lancia"
Publicar un comentario