viernes, 8 de enero de 2010

De la propiedad intelectual y las naranjas de la China

Me sorprendió el otro día un artículo de Ibarra (sí, sí, el ex presidente de la Junta de Extremadura) que hablaba sobre los derechos de autor. Una vez jubilado podía haberse convertido en ingeniero de obras o pasear a los nietos, pero el ocio ha desatado su vena demagógica y nos muestra la luz: “Está todo inventado” Yo añadiría que “Sólo decirlo es vieja tontería, lo plagió Salomón ha tres mil años”

De su farragoso texto se deduce que es un político. Y siempre cobró jugosamente por ello. .Los políticos cobran un sueldo mensual (más extras, dietas y regalos) aunque no hagan nada o lo hagan mal. Y hay muchos. Sin embargo, pocos creadores conozco que cobren al mes por sus obras (el 10% de las vendidas se liquida anualmente) y menos aún que vivan de ellas. Y hay muchos también. Ser político no es sinónimo de intelecto, de creación. Yo diría que incluso está reñido. A Ibarra le parece mal que se pague a los creadores de una obra, pero no a los políticos. Ibarra ve un libro y todos le parecen iguales, lo mismo que las naranjas o las canciones. Y no quiere pagar por ellos. A mí me pasa lo mismo con los políticos. Ya los tengo muy vistos, no inventan nada nuevo y no puedo elegirlos. Imagina que no puedes comprar la música o la lectura que te gustan, sino que tuvieras que suscribirte a una editorial y cargar con todo lo que publica, lo bueno, lo malo y lo mediopensionista. Y así cada cuatro años. En bloque, sin posibilidad de descarga o pirateo.

Podría extenderme más, pero Antonio Muñoz Molina le ha contestado. Os recomiendo su lectura. De su irónico texto se deduce que es escritor. Y que tiene hijos. A los setenta años de muerto Muñoz Molina, sus obras pasarán a ser de dominio público y la familia perderá los derechos sobre ellas. Los políticos, con sus dineros que salen de nuestro bolsillo, compran bienes y propiedades que heredarán sus descendientes sin límite temporal. Yo también pediría que, a los setenta años, lo adquirido por los políticos con dinero público pasara a dominio público. Y que sus sueldos vayan en función de sus obras. Pero, para eso, antes tendrían que ser autores de algo. Como soy marxista, cito a Groucho: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados." Pues eso, que son unos artistas

PD: Si yo tuviera una fregona… (poner música)

1 comentario:

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo, lo suscribo todo de la A al Z. A los antiguos políticos griegos (elegidos por sorteo, q pa algo inventaron la democracia) se les hacía un examen fiscal(la dokimasía) al acabar su año de cargo, lo máximo q podían ostentarlo. Si habían incrementado su fortuna, a la trena o al exilio. Si es q está todo inventao, ya lo dijo Salomón. Ay, si aprendiéramos d la Historia, cuánto mejor nos iría¡¡