Les enlazo el artículo sobre economía que hice al volver de Alemania hace un mes. Ahora resulta que la profecía alemana sobre España era puro interés especulador y electoral. Vivimos a golpe de conmoción mediática, hay a quien esto le genera tensión, qué quieren que les diga, a mí ya me aburre la sucesión de noticias catastrofistas, y no veo Intereconomía ni sigo la COPE, pero ya hay quien, iluminado por sus líderes, augura el fin del mundo bajo el regnum de Zapatero, sin esperar ni al calendario maya. Me pregunto si son los mismos que consideran la homosexualidad una enfermedad…
Y en esto llegó el fútbol, si es que se había ido alguna vez. Casi agradeces que no se hable de otra cosa, por lo menos en los taxis. Y tiki-taka, ganamos a Alemania y aquel buitre que sobrevolaba la bandera de España sale volando, y aparecen en su lugar unos aguilillas descarados y sin complejos que no temen ni a Dios ni al Diablo. El águila ha desaparecido de nuestra bandera, igual que el toro, su patrio sucesor. Como mucho queda el escudo institucional y un himno, el Lo-lo-lo-lo, que a fuerza de escuchar muta su connotación ideológica en conmemorativa, y no de triunfos bélicos, aunque sí épicos.
Himno y bandera han dejado de ser patrimonio exclusivo de una mitad de España y donde levantaban ronchas levantan pasiones. Igualmente, hay quien besa los pies de la Roja, olvidando que un día no muy lejano le hubiera cortado el pelo al cero para escarnio público. Una identidad nacional construida a base de birras y televisión, camisetas y goles. Nos unen los deportes de sofá. Curioso fenómeno. Ahora sólo nos queda ganar el Mundial. Igual la economía se arregla.
PD: El vídeo, de Los Berrones a Villa. Barriendo pa casa.
Y en esto llegó el fútbol, si es que se había ido alguna vez. Casi agradeces que no se hable de otra cosa, por lo menos en los taxis. Y tiki-taka, ganamos a Alemania y aquel buitre que sobrevolaba la bandera de España sale volando, y aparecen en su lugar unos aguilillas descarados y sin complejos que no temen ni a Dios ni al Diablo. El águila ha desaparecido de nuestra bandera, igual que el toro, su patrio sucesor. Como mucho queda el escudo institucional y un himno, el Lo-lo-lo-lo, que a fuerza de escuchar muta su connotación ideológica en conmemorativa, y no de triunfos bélicos, aunque sí épicos.
Himno y bandera han dejado de ser patrimonio exclusivo de una mitad de España y donde levantaban ronchas levantan pasiones. Igualmente, hay quien besa los pies de la Roja, olvidando que un día no muy lejano le hubiera cortado el pelo al cero para escarnio público. Una identidad nacional construida a base de birras y televisión, camisetas y goles. Nos unen los deportes de sofá. Curioso fenómeno. Ahora sólo nos queda ganar el Mundial. Igual la economía se arregla.
PD: El vídeo, de Los Berrones a Villa. Barriendo pa casa.
1 comentario:
Chica, ¡eres preciosa!
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